Nietzsche y la música

• Autores: David Picó Sentelles
• Directores de la Tesis: Miguel Morey Farré (dir. tes.)
• Lectura: En la Universitat de Barcelona ( España ) en 2001
• Idioma: español
• Tribunal Calificador de la Tesis: Jacobo Muñoz Veiga (presid.), Agustín González Gallego (secret.), Julio Quesada Martín (voc.), Xosé Aviñoa Pérez (voc.), Juan Luis Vermal Beretta (voc.)
• Materias:
  • Filosofía
    • Antropología filosófica
      • Estética
    • Filosofía general
      • Metafísica, ontología
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• Resumen

  • Es un estudio del pensamiento nietzscheano articulado a través del concepto de música, acotado principalmente al joven Nietzsche, pero teniendo en cuenta que, explícita o implícitamente, la perspectiva musical recorre todo su pensamiento.

    Este estudio, por tanto, no aborda la música en Nietzsche desde el punto de vista biográfico, o restringido a la relación entre Nietzsche y Wagner, ni es una reseña del Nietzsche compositor. El objetivo es reseguir el concepto de música en su filosofía, saber qué está diciendo Nietzsche cuando se refiere a aspectos musicales, desplegar la idea nietzscheana de música desde sus múltiples vertientes, descubrir la singularidad de su discurso desde la perspectiva de la música, en definitiva, mostrar que la música es algo así como un bajo continuo, inadvertido pero constante, que determina ciertos aspectos del pensamiento de Nietzsche.

    Para ello, la tesis se ha desarrollado sobre la estructura basada en la cadena ontológica Verdad-Música-Lenguaje. Una estructura como una columna vertebral, que soportara el encuentro con el concepto de música desde terrenos y perspectivas distintas. En el primer apartado, dedicado a la verdad y la música, ésta es entendida como mediadora entre el ámbito de la verdad radical, lo indecible e irrepresentable y la intuición humana. La música es símbolo de Dionisos (verdad radical) y es a través del símbolo que sabemos algo de esa verdad dionisíaca. Si la música es su símbolo, eso también determinará la actitud para acceder a ella.

    En el segundo apartado, dedicado a la música y el lenguaje, la música hace de mediadora entre la verdad radical y el ámbito de lo representable, medible, accesible al conocimiento humano. Es el flujo musical del lenguaje lo que lleva al discurso lingüístico más allá de la mera lógica gramatical.

    Hay que desmentir el lenguaje para empezar a decir lo que no está previsto, y para ello hay que "musicalizar" el le