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Beneficios de un programa de ejercicio físico en mujeres obesas postmenopáusicas

  • Autores: Francisco García González
  • Directores de la Tesis: Carlos Pablos Abella (dir. tes.), Juan Carlos Ferrer García (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir ( España ) en 2014
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Carlos Barrios Pitarque (presid.), Florentino Huertas Olmedo (secret.), Paulino Padial Puche (voc.), José María González Ravé (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: TESEO
  • Resumen
    • INTRODUCCIÓN.

      La obesidad constituye un grave problema de Salud Pública a nivel mundial. En países desarrollados y en vías de desarrollo la prevalencia continúa incrementándose de forma alarmante. En España, se estima que la prevalencia de la obesidad es del 14,5%.

      Se trata de una enfermedad crónica que supone unas enormes repercusiones tanto a nivel sanitario como económico. Se sabe que el paciente con sobrepeso y obesidad tiene un aumento de la morbimortalidad en relación con el grado de exceso de peso, y, de la misma manera, que una pérdida moderada de peso (entre el 5-10% del peso inicial) se relaciona con beneficios para la salud tales como disminución de la mortalidad total, disminución de las cifras de presión arterial, mejoría de los lípidos plasmáticos y aumento de la tolerancia al ejercicio físico. En los últimos años se ha demostrado que la obesidad supone una peor calidad de vida relacionada con la salud. Las repercusiones clínicas mencionadas anteriormente, así como la discriminación y la estigmatización asociadas a la obesidad contribuyen al deterioro del bienestar y la calidad de vida.

      Por otro lado, a nivel económico, se han calculado los costes de la obesidad entre un 2% y un 8% del gasto sanitario global, que en España asciende a un 6,9%, lo cual supera los 2.507 millones de euros anuales. Las autoridades sanitarias mundiales advierten que para el año 2030 el 60% de la población será obesa, lo que traducido a cifras económicas supone entre 75.000 ¿ 135.000 millones de euros.

      La menopausia favorece el aumento de peso, que se ha estimado cerca del 6%. En diferentes estudios, la prevalencia de obesidad más elevada (33,7%) se encuentra en el grupo de mujeres de 55 a 60 años. A pesar de esta elevada prevalencia, la etiología de este aumento de peso no se conoce completamente.

      Todas estas repercusiones de la obesidad, tanto clínicas como económicas, hacen que el tratamiento de la misma se haya convertido en un pilar fundamental. La estrategia óptima de un programa de adelgazamiento consiste en la combinación de una restricción calórica moderada con la práctica regular e individualizada de ejercicio físico. El tratamiento dietético sigue siendo el método más empleado. Por otro lado, el entrenamiento físico realizado a una intensidad moderada aumenta la utilización de la grasa como fuente energética, produciendo un mayor gasto de calorías. La OMS estima que más del 60% de la población adulta de todo el mundo realiza una actividad física insuficiente para obtener resultados que beneficien a su salud.

      Una de las mayores dificultades para mantener los beneficios de la actividad física radica en el mantenimiento de la misma. Para promocionar la adherencia al tratamiento se utilizan diferentes técnicas como: clases con atención individualizada; llamadas telefónicas para aumentar la cumplimentación de los participantes, reuniones para demostrar los resultados obtenidos con el ejercicio...

      El tratamiento de la obesidad se conoce desde hace mucho tiempo. Se trata de un tema sencillo y relativamente económico y, a pesar de ello, el fracaso del mismo es extremadamente elevado. En este estudio se ha intentado desarrollar y enseñar un programa de ejercicio físico planteado de manera diferente, aplicándose en el medio domiciliario e intentando prevenir la elevada mortalidad experimental comentada anteriormente.

      OBJETIVOS.

      Objetivo principal: Analizar los efectos de la aplicación de un programa especializado de ejercicio físico de 24 semanas de duración en mujeres posmenopáusicas obesas sobre la calidad de vida, adaptaciones fisiológicas y condición física, comparados con un grupo control.

      Objetivos secundarios: Analizar los efectos del programa de ejercicio físico en mujeres obesas posmenopáusicas sobre: Parámetros antropométricos, factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial, la frecuencia cardiaca y el perfil lipídico, perfil hormonal, calidad de vida (medida con test EuroQoL 5D, Escala de Autoestima Global de Rosenberg y Valoración subjetiva de la calidad de vida), fuerza isométrica y resistencia aeróbica.

      Para ello, fueron seleccionadas y randomizadas de forma consecutiva 106 participantes que se distribuyeron en dos grupos: uno tratado de forma convencional, con recomendaciones por escrito de realización de ejercicio durante 150 minutos por semana, y otro que fue sometido a un programa de actividad física en el medio domiciliario (PEFA) con una duración total prevista de 6 meses. Este programa de ejercicio físico tuvo una duración de 24 semanas, en las que se persiguieron dos objetivos: mejorar la fuerza mediante ejercicios con bandas elásticas y mejorar la capacidad aeróbica mediante caminatas.

      RESULTADOS.

      A los seis meses de iniciar el programa, los resultados muestran, entre otros, una pérdida de peso de 4,39 kg en el grupo de intervención PEFA, una disminución del IMC en 1,87 Kg/m2 y una reducción en el porcentaje de masa grasa del 1,92%. Por el contrario, los resultados en el grupo control muestran una ganancia de peso de 3,53 Kg, un deterioro del IMC de 1,49 Kg/m2 y un aumento de 0,94% en el porcentaje de masa grasa.

      En cuanto a los tests relacionados con la calidad de vida, también se objetivó una mejoría en los tres tests evaluados: El test Euroqol mejoró en 0,313 puntos, la valoración subjetiva del estado de salud mejoró en un 14,21% y el test de Rosenberg lo hizo en 4,7 puntos. En el grupo control, sin embargo, tras 6 meses de intervención, muestran resultados no concluyentes, sin significación estadística.

      No se han apreciado diferencias significativas en los resultados de los parámetros analíticos (metabolismo glucídico, lipídico, fosfocálcico, hormonal...).

      Se estudiaron parámetros de fuerza y resistencia física aeróbica tales como la fuerza de brazos y piernas, el tiempo invertido en realizar una marcha de 2 kms y la respuesta cardiaca a esta marcha.

      En el grupo PEFA se aprecia un aumento significativo de fuerza en miembros inferiores y una mejora, aunque no significativa, en el tiempo empleado en la marcha y en la respuesta cardiaca a dicho esfuerzo. Por el contrario, en el grupo control no se objetivan cambios destacables en esas mismas determinaciones.

      Destacan los resultados obtenidos en cuanto a la cumplimentación y adherencia, ya que, del total de participantes que iniciaron el estudio, se produjo un 29% de abandonos.

      Se realizó una valoración subjetiva del grado de cumplimentación, tanto de la dieta como del programa de ejercicio físico, por parte de las participantes. En cuanto a la dieta, el grupo PEFA se evaluó con una puntuación de 6,3 sobre 10, mientras que el grupo control lo hizo con un 4,6 sobre 10. Las participantes en el programa de ejercicio físico se puntuaron con un 6,4.

      DISCUSIÓN.

      En este estudio se ha demostrado una diferencia de peso de 7,8 kg a favor del grupo de mujeres que realizó el ejercicio físico, cifras que se acercan bastante a lo que recomiendan las guías. Sin embargo, los estudios publicados con planteamientos similares muestran una pérdida de peso también en el grupo control, si bien, en menor medida que en el grupo experimental.

      En este estudio se ha analizado la calidad de vida de las mujeres obesas postmenopáusicas, y cómo se modifica con la realización de actividad física regular, con el fin de demostrar las ventajas de la realización de ejercicio físico mediante este tipo de programas en una población especialmente sensible a sufrir un deterioro en este aspecto. Se ha evidenciado una mejora de la calidad de vida medida con los tres tests, siguiendo la misma línea que la mayoría de publicaciones revisadas.

      En cuanto a las determinaciones analíticas, es llamativo que, a pesar de que la gran mayoría de bibliografía relata una mejora en el metabolismo lipídico y glucídico, este trabajo no ha podido confirmar beneficios en ese aspecto.

      Los parámetros medidos de condición física muestran una clara tendencia a la mejoría aunque no llegan a alcanzar la significación estadística. Esto puede atribuirse a la gran tasa de abandonos y pensamos que, si la n final no hubiera sido tan baja, los resultados habrían sido concluyentes.

      Por último, la tasa de abandonos ha sido elevada en este estudio. Esto contrasta con los datos revisados en los que la tasa de abandonos alcanza un máximo de 17%.

      Consideramos subóptima la cumplimentación por parte de las participantes, tanto de la dieta como del programa de ejercicio. Sin embargo, a pesar de ello, es un fiel reflejo de la práctica clínica diaria.

      CONCLUSIONES.

      El programa de ejercicio físico ambulatorio mostró: ¿ Mejoría en parámetros antropométricos como el peso y la masa grasa.

      ¿ Mejoría en la autoestima medida con la escala de Rosenberg, la percepción subjetiva de la salud y la calidad de vida medida con el Euroqol.

      ¿ No mejoría sobre la fuerza de los grandes grupos musculares ni sobre la resistencia física aeróbica.

      ¿ Baja cumplimentación de la dieta y del programa de ejercicio físico ambulatorio.

      ¿ Elevada tasa de abandonos.


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