Resumen de Efecto de un programa de intervención familiar con dieta mediterránea tradicional en patologías frecuentes en la infancia
Blanca Calatayud Moscoso del Prado
En las últimas décadas la prevalencia de ciertas patologías conocidas como “enfermedades de los países desarrollados” tales como la obesidad, el asma, la diabetes, etc. ha aumentado de forma significativa. El deterioro del estilo de vida parece estar íntimamente relacionado con esta evolución; así, la pérdida del patrón alimentario mediterráneo a favor de un patrón más industrializado y excesivo en alimentos de origen animal, característico de otros países como Estados Unidos o países del norte de Europa, podría jugar un papel determinante sobre el aumento de estas enfermedades.
En la literatura científica existen datos suficientes para afirmar que la readopción de una dieta mediterránea puede contribuir decisivamente a controlar los problemas de obesidad y a limitar la prevalencia e intensidad de ciertas patologías de base inflamatoria, lo que estaría relacionado con su alto contenido en verduras, hortalizas, cereales principalmente integrales, legumbres, frutas, aceite de oliva virgen extra y frutos secos crudos, así como con el consumo moderado de alimentos de origen animal.
Para probar esta hipótesis hemos diseñado un programa de reeducación nutricional anual en el ámbito familiar basado en la dieta mediterránea tradicional y hemos estudiado sus resultados en cuatro patologías frecuentes de la infancia. El programa “Aprendiendo a comer del Mediterráneo” trata de detectar mediante cuestionarios y entrevistas los principales problemas alimentarios que afectan a los niños y sus familias, para así llevar a cabo una tarea de reeducación que mejore sus estilos de vida. En este estudio se incluyeron 98 niños con sobrepeso u obesidad, 104 niños con hiperreactividad bronquial y asma, 128 niños con catarros de repetición y 57 niños con otitis de repetición.
En todos los casos la adherencia media a la dieta mediterránea se incrementó notablemente, pasándose de una alimentación de “baja calidad nutricional” al inicio a una “dieta mediterránea tradicional” al finalizar el año de intervención. En el caso de la obesidad infantil el percentil de índice de masa corporal disminuyó significativamente, de forma que al finalizar el programa el 61,2% de los niños había alcanzado rangos de normalidad. En cuanto a las otras tres patologías también se observó una reducción significativa de la sintomatología, así como del consumo de medicamentos y de las asistencias a urgencias.
Nuestros resultados confirman la hipótesis de partida al demostrar que un programa de reeducación técnicamente sencillo y económico basado en la dieta mediterránea tradicional puede ayudar de forma significativa a disminuir la prevalencia de algunas patologías frecuentes en la infancia.
