Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Prensa, secretos y libertad de información

  • Autores: Luis Esteban González Manrique
  • Localización: Política exterior, ISSN 0213-6856, Vol. 25, Nº 141, 2011, págs. 172-175
  • Idioma: español
  • Enlaces
  • Resumen
    • El �caso Plame� es uno de los más ilustrativos ejemplos de la tensión entre libertad de información, confidencialidad, responsabilidad y manipulación de la opinión pública por parte del poder.

      El número de nuevos secretos designados como tales por el gobierno de Estados Unidos aumentó un 75 por cien entre 1996 y 2009, según la US Information Security Oversight Office, el organismo encargado de supervisar la seguridad de la información oficial. Entre 2001 y 2005, la administración de George W. Bush clasificó 64 millones de documentos oficiales, frente a los 39 millones de los cinco años anteriores.

      Este esfuerzo por mantener el secretismo, sin embargo, se produce en la era digital, donde cada vez es más fácil derribar las murallas que levantan los Estados en torno a sus archivos y bancos de datos. En los años setenta, la copia o el robo de grandes volúmenes de documentación secreta habría requerido días y una compleja operación logística. Hoy, el soldado Bradley Manning, acusado de copiar los 250.000 cables diplomáticos que luego entregó a WikiLeaks, solo necesitó un ordenador con conexión a Internet y una contraseña de acceso, a la que tenía derecho, para descargar, en unos pocos minutos en un CD, varios años de correspondencia secreta entre embajadas de EE UU y el departamento de Estado.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno