Hoy en día, la actividad lúdica puede ser considerada como elemento para la promoción del deporte y de la educación a través de éste. ¿Por qué? En el deporte se trabaja la cooperación, la participación, se promueve la diversión y por tanto el juego resulta una actividad motivante. A su vez el juego permite la educación y el entrenamiento deportivo a través de éste y por tanto reúne todos los requisitos y cualidades para ser una actividad recomendada en este ámbito y para todas las edades. Por otro lado lo que supone el deporte educativo debe basarse en el desarrollo de igualdad de oportunidades, de tolerancia y respeto, de una actitud crítica, de disponibilidad y autonomía y de los valores de superación y competición. Todos estos elementos, pueden convertir una actividad sin objetivos en una actividad educativa, consciente y dirigida hacia la formación, en este caso a través del deporte, de sujetos íntegros que puedan desarrollar todas sus potencialidades, tanto física como personalmente para que se perpetúen durante toda la vida.
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