La deglución forma parte de nosotros mismos. Es un acto que nos permite socializar: comemos en familia, comemos con amigos, etc. Si no podemos comer bien, nuestra vida social va a estar comprometida y muchos de nuestros pacientes van a estar deprimidos.
El comer de forma efectiva nos ha permitido a la especie humana evolucionar y diferenciarnos de los homínidos para llegar al hombre actual. Cuando empezamos a comer proteínas, esto permitió a nuestro cerebro ir evolucionando hacia el volumen cerebral actual.
De la misma forma, es muy importante la hidratación. Actualmente, tenemos relojes inteligentes que nos recuerdan que hay que ir bebiendo y su fallo puede ser causa de enfermedad.
Así, la deglución es el acto mediante el cual el alimento que introducimos de forma voluntaria, aunque automática, en la boca progresa hasta el estómago. Este alimento está constituido por los nutrientes y los líquidos necesarios para mantener las funciones biológicas y, como se ha indicado, para mantener una relación social y personal.
Denominamos disfagia a cualquier dificultad o molestia al tragar o deglutir. Es un síntoma altamente frecuente que indica un déficit anatómico o fisiológico que afecta cualquiera de las fases implícitas en el proceso de deglución.
Valoración del paciente con disfagia a pie de cama
Jorge Chamorro Sánchez, Raimundo Gutiérrez Fonseca, Santiago Estévez Alonso, Pilar Giraldo Castellano, Ángel Muñoz Herrera
págs. 284-308
Intervención logopédica en disfagia
Jorge Chamorro Sánchez, Raimundo Gutiérrez Fonseca, Beatriz García Botrán, Ángel Muñoz Herrera, Santiago Estévez Alonso
págs. 832-873
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