La pintura como resonancia: Juan Carlos Lázaro

Toda la trayectoria del artista Juan Carlos Lázaro puede resumirse, tomando las palabras de Miguel Ángel Muñoz en «Los tiempos estéticos y poéticos de Juan Carlos Lázaro», en un constante viaje a través de los «límites de su creación pictórica» puesto que «cada una de sus obras es una aventura estética: encuentro y desencuentro» donde la representación a veces se insinúa y a veces aparece con todos sus contornos bien perfilados, pero siempre guardando la esencia de la pintura, siempre manteniendo «una profunda investigación formal... [en] sensaciones visuales... en una nueva dimensión estética». Quizá todo ello configura una manera de ver el mundo mucho más allá de la propia realidad donde fluye cierta inmaterialidad que contrasta, en ocasiones, con el peso que aquella tiene, como si buscase su alteridad. O quizá, como apunta Tomás Paredes, sus pinturas hemos de entenderlas como «poemas plásticos» que nos enseñan matices de la vida y donde se plasma «su obsesión por la percepción, por la sutileza, por la armonía».

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