En el caso de la obra que Antonio Domínguez Ortiz dedicó al tema morisco las apariencias son particularmente engañosas. ¿Cómo no ver una curiosa paradoja en su primer trabajo titulado Felipe IV y los moriscos y publicado en los Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos en 1959? Cuantos han conocido a don Antonio pueden adivinar su esbozo de sonrisa en el momento de escribir las primeras líneas del artículo: "el título del trabajo quizás sorprenda a quienes están acostumbrados a pensar que depsués de la expulsión decretada en 1609 cesó de existir una población morisca y un problema morisco".
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