La Declaración del Grupo de Estudios de la OMS sobre el Bocio Endémico, (Londres, 1952), refiriéndose a la etiología, plantea el problema en los siguientes términos: "la causa inmediata del bocio es simple, siempre radica en la imposibilidad de que la glándula tiroides disponga de la cantidad de yodo suficiente para mantener su estructura y funciones normales. Esta carencia es producida usualmente por la falta de una cantidad adecuada de yodo en el medio ambiente, o por factores que interfieren con la utilización del yodo contenido en la dieta o que imponen una demanda anormal del mismo por parte de la glándula".
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