El elevado metabolismo de la piel hace que tenga unos requerimientos relativamente elevados de energía, proteínas y otros nutrientes esenciales. Su salud y la calidad del pelo se ven afectados por los desequilibrios nutricionales relativos a la energía, proteína, vitamina A, vitamina E, ácidos grasos esenciales, algunas vitaminas B y minerales.
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