¿Qué esperamos colectivamente, en nuestras latitudes? ¿Qué es lo que se espera como sociedad? Parece como si las esperanzas, la esperanza colectiva, se hubiera volatilizado. Nadie —o casi nadie: más abajo aludiré al movimiento feminista— espera socialmente nada. Me refiero a esperanzas colectivas; de las esperanzas privadas, personales, no debería hablar. Probablemente en el plano privado bastante gente tenga esperanzas vitales: de mejorar, de sanar… Y tal vez sea verdad que muchos se hacen ilusiones con la tecnología: por ejemplo, que la tecnología aplicada a la medicina consiga mejoras generales en la salud… hasta el siguiente susto colectivo. En todo caso, vaga esperanza en la labor de los “expertos”, en laboratorios, pero no esperanza compartida entre la gente corriente.
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