Contratenor, director de orquesta, musicólogo, descubridor, pedagogo, maestro. René Jacobs ha hechizado el floreciente mercado barroco, un mundo que gana adeptos como hongos en otoño. Protagonista del estreno español de La Calisto de Cavalli, en Barcelona, y de un Giulio Cesare de referencia en Valencia -ambas con María Bayo como solista principal-, Jacobs ha terminado de conquistar al público operístico gracias a su posición férrea, a su solista principal-, Jacobs ha terminado de conquistar al público operístico gracias a su posición férrea, a su sensible actitud historicista y a su autocrítica feroz.
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