La estricnina se emplea como rodenticida y suele ser causa de intoxicación accidental. Debido a su sabor amargo y su efecto anestésico local, se utiliza para adulterar drogas ilícitas como la cocaína y la heroína.
Se presenta el caso de un joven adicto a la cocaína que ingresa con rigidez de los músculos de la cara, trismo, extensión y lateralización hacia la izquierda de la cabeza, fasciculaciones de los músculos de la cara y un episodio mayor con hiperextensión del cuerpo en pleno estado de lucidez. Se plantearon como diagnósticos diferenciales: abuso de drogas, encefalitis, rabia, epilepsia y tétanos. Los estudios de rutina fueron normales, el electroencefalograma demostró una patente epileptógena focal y el examen de orina confirmó la presencia de cocaína y estricnina. El tratamiento de la intoxicación con estricnina debe dirigirse a evitar las convulsiones y apoyar la función respiratoria; se debe tratar con diazepam y eventualmente anestésicos y bloqueadores neuromusculares. La evolución puede ser fatal por parálisis bulbar, rabdomiólisis, mioglobinuria y acidosis láctica. En pacientes con antecedentes de consumo de cocaína, la presencia de un cuadro similar al tétanos debería hacer pensar en intoxicación con estricnina ya que el diagnóstico y tratamiento temprano mejoran la supervivencia.
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