Muchas ciudades se han ubicado cerca de los ríos y durante siglos les han ido quitandoespacio y, en algunos casos, los han cubierto y convertido en cloacas. Recientemente se han vuelto adescubrir las posibilidades de integrar los ríos en el desarrollo urbano, ordenando las expansionesurbanas para preservar las bandas de vegetación de ribera y de libertad fluvial. El capítulo describealgunas lecciones aprendidas de ciudades como Córdoba, Lérida, Milton Keynes, Pamplona, Vitoriao Zaragoza.
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