Durante más de treinta años, la fidelidad mutua entre Luciano Pavarotti y el sello Decca ha sido ejemplar y prácticamente única en un época en que los grandes tenores suelen grabar con diversas multinacionales. El tenor de Modena inició su relación artística con el sello británico en 1966 -su primer trabajo fue un sencillo de 45 rpm con arias de Puccini- y el cantante continúa siendo su máxima y más rentable figura lírica, aunque su condición de artista no ha impedido puntuales colaboraciones con otros sellos, como EMI o Deutsche Grammophon.
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