Resumen de The upcoming mental health unrest in Ecuador

Daniel Romero Alvarez, María Sol Garcés, Manuel Calvopiña Hinojosa, Paul Mena Mena, Daniel Garzón Chávez

• español

  La pandemia de COVID-19 ha perturbado todos los aspectos de nuestra sociedad funcional. Sus consecuencias aún esperan ser apreciadas en su totalidad ya que, después de más de un año de la declaración de pandemia en marzo de 2020, todavía estamos frente a su furioso impacto. De la plétora de complicaciones relacionadas con COVID-19, los enfoques no farmacéuticos que se han convertido en la piedra angular del manejo de la pandemia han sentado las bases para una posible ola de enfermedades mentales. Ecuador está en una posición particular para levantar esta discusión considerando que es uno de los países latinoamericanos más afectados por la pandemia como lo demuestra el enorme exceso de mortalidad registrado en 2020. Además, con la falta de políticas reales de salud mental, bien conectadas. infraestructura, o un programa de monitoreo, argumentamos que la epidemiología de la salud mental debe ser destacada, ya sea para reinventar sus enfoques actuales o para destinar recursos para brindar atención a una población que puede estar fuertemente afectada por trastornos psicológicos

• English

  The pandemic of COVID-19 has unsettled every aspect of our functional society. Its consequences are still waiting to be fully appreciated since, after more than a year of the pandemic declaration in March 2020, we are still facing its raging impact. From the plethora of complications related with COVID-19, the non-pharmaceutical approaches that have become the cornerstone of pandemic management, have set the ground for a potential wave of mental illness. Ecuador is in a particular position to rise this discussion considering that it is one of the Latin American countries most affected by the pandemic as shown by the huge excess in mortality registered in 2020. Moreover, with lack of actual mental health policies, well-connected infrastructure, or a monitoring program, we argue that the epidemiology of mental health should be highlighted for either a reinvention of its current approaches or to allocate resources to offer attention to a population that might be heavily affected by psychological disorders