En los últimos años se está observando un incremento en la incidencia de ácaros en el cultivo de cítricos. Este incremento se debe a la expansión de Eutetranychus banksi (Mc Gregor), una plaga que se comporta competitivamente desplazando al resto de especies de ácaros presentes en el cultivo. Se han encontrado diferentes enemigos naturales asociados a E. banksi; entre ellos, Euseius stipulatus (Athias-Henriot) es el fitoseido más abundante, sin embargo, presenta poblaciones extremadamente bajas durante el verano. Los experimentos de laboratorio llevados a cabo indican que E. banksi no supone una dieta adecuada para E. stipulatus, produciendo un descenso de su fecundidad y mortalidad. Por todo esto, Eutetranychus banksi no presenta un buen control biológico, desarrollando poblacionales altas al final del verano que causan daños en hojas y frutos. La población de E. banksi se concentra en las hojas del exterior de la copa, donde los ácaros consumen el contenido de las células del parénquima foliar, reduciendo su contenido en clorofila y rendimiento cuántico, lo que se traduce en un descenso de su capacidad fotosintética. Por otro lado, la población de ácaros en fruto es baja, y los daños en la superficie del fruto se concentran en la ‘cara de sol’, mezclándose con la decoloración producida por el golpe de sol, de tal forma que no se observan diferencias de coloración entre frutos atacados y no atacados.
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