Cuando desde un Servicio de Medicina Deportiva damos una valoración a una prueba de esfuerzo, en el 90% de los casos nos centramos en parámetros medibles: como el Vo2max, el Vo2Umb, la frecuencia cardiaca máxima, o la frecuencia cardiaca umbral. Estos datos son los que normalmente trasladamos a los preparadores físicos que nos rodean, desperdiciando en muchas ocasiones la valoración cualitativa de dicha prueba. En este artículo, vamos a intentar explicar la importancia que tiene esta valoración cualitativa y la información que de ella podemos extraer de cara a nuestro entrenamiento.
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