La posibilidad de demandar a la herencia yacente y a los herederos desconocidos presente problemas procesales, desde la capacidad procesal, al emplazamiento por edictos, o la necesidad del nombramiento de administrador judicial, como venían requiriendo la doctrina de la DGRN, con la circunstancia de que esta exigencia surgía una vez finalizado el procedimiento y sin posibilidad de subsanarlo en sede judicial. La sentencia objeto de este comentario acaba con esta situación declarando que ese nombramiento de administrador judicial solo es exigible cuando la ley lo determina, pero no en otros casos en que la relación jurídico procesal está bien construida.
The possibility of initiating legal proceedings against an unclaimed inheritance and unknown heirs presents procedural problems, including procedural capacity, summons by edicts, or the need to appoint a legal administrator, as the case law of the DGRN (General Directorate for Registries and Public Notaries) had been requiring, with the circumstance that such a requirement arose once the procedure had been completed and without the possibility of amending it in court. The judgment assessed herein puts an end to this situation by stating that the appointment of a legal administrator is only enforceable when the law determines it, but not in other cases in which the procedural-legal relationship remains sturdy.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados