El presente trabajo explora las posibilidades que ofrecen las fotografías para el estudio de la identidad familiar de los españoles e italianos establecidos a ambos lados del Atlántico durante el período de migración masiva en la Argentina. Se analizan dichos testimonios como evidencia de un intercambio material y simbólico que constribuyó a recrear un sentido de pertenencia y favoreció la adaptación de los sujetos a la nueva sociedad. Se sugiere además que dicha identidad siguió rformulándose entre los miembros de la familia más allá de la primera generación de migrantes, aunque no todos los individuos se apropiaran de ella del mismo modo.
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