El Real Decreto 1496/2003, de 28 de noviembre, ha supuesto la aprobación de un nuevo Reglamento sobre las obligaciones de facturación, así como modificaciones importantes del Reglamento del Impuesto sobre el Valor Añadido en esta materia, incorporando al ordenamiento español la Directiva 2001/115/CE. Las obligaciones de facturación tienen importancia para las empresas por la carga administrativa que suponen y el riesgo de sanciones que su incumplimiento puede suponer. Pero, especialmente, estas obligaciones afectan al derecho a la deducción en el IVA, de forma que el derecho a deducir el IVA soportado puede verse perjudicado por los defectos de las facturas recibidas que acreditan esas deducciones.
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