A veces, una amistad entre filósofos cristaliza en la emergencia de nuevas ideas. Hace 100 años, en el año 1921, se conocieron Pierre Teilhard de Chardin y Édouard Le Roy. De su amistad sabemos mucho por la correspondencia que se dilató durante 25 años, desde 1921 a 1946. Los lectores de la obra de Teilhard de Chardin habían oído citar con frecuencia a Édouard Le Roy como amigo, confidente y maestro-alumno. Todavía no se ha investigado suficientemente lo que Le Roy aportó al pensamiento de Teilhard, y lo que Teilhard enriqueció la fecunda creatividad libre de Le Roy. Pero una simbiosis se creó entre ellos, de modo que, en sus conversaciones y en sus cartas se trasluce una complicidad y una convergencia de planteamientos que siempre sorprende. Sin embargo, el lector español no tenía acceso a las cartas que Teilhard remitió a Le Roy, pese a ser muy citadas.
Sometimes a friendship between philosophers crystallizes in the emergence of new ideas. 100 years ago, in 1921, Pierre Teilhard de Chardin and Edouard Le Roy met. From his friendship we know a lot from the correspondence that lasted for 25 years, from 1921 to 1946. Readers of Teilhard de Chardin's work had frequently heard of Édouard Le Roy as a friend, confidante and teacher-student. It has not yet been sufficiently researched what Le Roy brought to Teilhard's thinking, and what Teilhard enriched Le Roy's fruitful free creativity. But a symbiosis was created between them, so that in their conversations and in their letters there is a complicity and convergence of approaches that always surprises. However, the Spanish reader did not have access to the letters that Teilhard sent to Le Roy, despite being highly cited.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados