Cronoestratigrafía: Tiempo y espacio en la excavación Arqueológica

• Autores: Juan Antonio Barceló Álvarez, Vasiliki Andreaki
• Localización: Métodos cronométricos en arqueología, prehistoria y paleontología / coord. por Juan Antonio Barceló Álvarez, Berta Morell Rovira, 2020, ISBN 978-84-17946-34-0, págs. 163-198
• Idioma: español
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• Resumen

  • En ausencia de dataciones radiométricas, se suele aceptar que el orden estratigráfico de los depósitos arqueológicos puede proporcionar una ordenación suficiente de los sucesos arqueológicos, coincidente hasta tal punto con una ordenación temporal, que frecuentemente se alude a ella en tanto que cronología relativa. En una mayoría de casos, lo que convencionalmente se denomina cronología relativa es un sistema ordinal que tiene dirección, pero en el que las distintas unidades en las que se divide la escala temporal tienen una duración inespecífica, a diferencia de lo que sucede en la escala calendárica, cuya naturaleza es métrica y no solo ordinal. Formulada originalmente por Worsaae, en Dinamarca, en la década de 1880, la posibilidad de una cronología relativa deriva de intuiciones de anticuarios anteriores, como Thomas Jefferson (1784), entre otros, que compararon un yacimiento arqueológico a un libro formado por diferentes “páginas”, que deben ser separadas para leerlas adecuadamente. De la misma manera que la primera página se debe leer antes que la segunda, y así sucesivamente, las “páginas” en las que se divide el yacimiento arqueológico deben separarse y “leerse” consecutivamente para reconstruir la trama o hilo argumental que explique el yacimiento. En el yacimiento arqueológico, cada una de las páginas de ese libro aparece en forma de sucesos depositacionales, que se distinguen de los demás en razón de: (1) aquello que se ha depositado; (2) cómo se ha depositado y (3) cuándo se depositó