José Ignacio Jarne Jarne, José Antonio Laínez Gadea, Susana Callao Gastón
La progresiva globalización de la actividad económica y de los mercados de capitales ha generado el debate sobre la necesidad de armonización internacional de los sistemas contables, con el objetivo de facilitar las operaciones de inversión y financiación a nivel mundial. En este contexto, las principales iniciativas para reducir la diversidad contable entre países han provenido del IASC y de la UE. En un principio los modelos de armonización fueron muy flexibles para conseguir la aceptación de la normativa internacional por un mayor número de países.
En la actualidad, se está demandando mayor uniformidad en los criterios contables. Así, se cuestiona la eficacia de los modelos de armonización tal y como estaban planteados, de modo que la flexibilidad inicial está siendo restringida por medio de la reducción de alternativas en la norma para conseguir mayor grado de comparabilidad entre empresas, en la medida que elaboren su información de acuerdo con criterios contables más detallados.
En este contexto, el objetivo del trabajo es evaluar si un modelo contable detallado y estricto, como es el español, genera prácticas contables homogéneas y estados financieros comparables. Para ello, analizamos la experiencia de nuestro país, dado que tradicionalmente ha sido calificado como reglamentista y muy detallado, para conocer si nuestras normas generan información contable comparable.
Las conclusiones del trabajo serán de utilidad para contestar cuestiones como: ¿merece la pena reducir la flexibilidad en los modelos de armonización internacional o, por el contrario, se debe prestar mayor atención a la armonización interna de cada país? ¿la existencia de normas contables supranacionales mejora la armonización dentro de un país?
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