Se describe en detalle un esqueleto bastante completo de rinoceronte hallado en el yacimiento villafranquiense (MN 16-17) de Crespiá (cuenca de Banyoles-Besalú, Girona, España) y se confirma su atribución a la especie Stephanorhinus etruscus. Se establecen comparaciones con yacimientos comprendidos en el área de distribución bioestratigráfica de la especie y con algunos situados en los niveles inferiores del Pleistoceno medio donde aparece S. hundsheimansis (= "D". etruscus brachycaphalus). La morfología de algunos huesos postcraneales, en especial los metacarpianos, son indicativos de un suelo blando, concordante con los datos obtenidos por diversos autores sobre la flora recuperada en los carbonatos de Crespiá.
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