La etiología de esta enfermedad permanece aún sin esclarecer totalmente, aunque se han apuntado factores genéticos, patológicos, nutricionales y de manejo.Entre los genéticos, están la raza, el sexo o la presión de selección a la que se haya sometido a los animales.El descubrimiento en seres humanos de las helicobacterias produjo un punto de inflexión en el conocimiento de la úlcera gastroduodenal. Pese a que se han descrito estas bacterias en los cerdos, su implicación en esta patología es controvertida, aunque no se pueda descartar su participación al menos en el agravamiento de las lesiones. La úlcera también aparece asociada de forma secundaria a numerosas enfermedades infecciosas, parasitosis o intoxicaciones.Los factores nutricionales son considerados de los más importantes. Entre ellos destaca la finura de molienda; ningún factor individual se muestra tan influyente. También se citan la presencia de determinadas materias primas, la presentación del pienso, el manejo alimentario y deficiencias y excesos en minerales y vitaminas.En cuanto al manejo, cualquier factor que pueda desencadenar una situación de estrés puede inducir la aparición de la enfermedad.Finalmente, no debemos olvidar que normalmente concurren varios de estos factores. Por tanto, el análisis de la situación frente a la úlcera gastroesofágica debe ser detallado.
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