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Resumen de La pintura contemporánea y la interpretación psicogeográfica de la ciudad como traducción estética de una organización compleja

Ricardo González García

  • español

    Vivimos un momento convulso debido a los cambios tecnológicos a los que, en relativamente poco tiempo, ha tenido que irse adaptando la sociedad. El reflejo más inmediato de este proceso, se puede comprobar muy bien si dirigimos nuestra mirada a la ciudad, pues ésta es la primera en registrar las nuevas formas de vida que nos involucran en tipos de organización cada vez más complejos. En ese sentido, la aplicación de la teoría de la complejidad nos ayudará a comprender cómo, progresivamente, la sociedad se va adaptando a los nuevos entornos que se van generando adelantándonos, así, a posibles situaciones de incertidumbre. En definitiva, vivimos la ciudad como un entramado fluido y dinámico de interacciones constantes entre los diversos grupos que alberga, los cuales experimentan cambios adaptativos como respuestas al cambio. Respecto a ello, el arte —específicamente nuestro objeto de estudio, la pintura—, no es ajeno a los fenómenos que se producen en la urbe. Procesos que, como veremos, quedan traducidos sobre la superficie pictórica configurando, en muchos de los casos, entramados abstractos donde la representación figurativa de la ciudad va quedando en un segundo plano, en disolución. Por ello que, al referirnos a este tipo de interpretación del momento por el que atraviesa la ciudad, sea necesario volver sobre la deriva psicogeográfica propuesta por Guy Debord, para comprender en qué medida las representaciones pictóricas estudiadas comparten las ideas por él planteadas. En sus inicios la psicogeografía fue la propuesta principal del situacionismo, movimiento que pretendía comprender cómo afectan los fenómenos que se dan en el ambiente en las emociones y comportamientos de los individuos. En ese sentido, un concepto fundamental que también desarrolla el situacionismo es la deriva, como aquel camino sin rumbo que sigue la llamada del momento dentro de la ciudad, ayudándonos a reflexionar sobre nuevas formas de experimentar la vida en la urbe, más allá de la reiterativa rutina diaria. Según lo expuesto, en función de obtener unas conclusiones que nos permitan constatar el cambio y ofrecer las claves para una nueva experimentación de la ciudad del siglo XIX, nos adentraremos en el análisis de los factores manejados a partir de la obra pictórica de los siguientes artistas: Franz Ackermann, Corinne Wasmuht, Julie Mehretu, Mark Bradford.

  • English

    We are experiencing a convulsive moment due to the technological changes to which, in a relatively short time, society has had to adapt. The most immediate reflection of this process can be verified very well if we turn our gaze to the city, as this is the first to register the new forms of life that involve us in increasingly complex types of organization. In this sense, the application of complexity theory will help us to understand how, progressively, society is adapting to the new environments that are generated, thus advancing to possible situations of uncertainty. In short, we live the city as a fluid and dynamic framework of constant interactions between the diverse groups that it hosts, which undergo adaptive changes as responses to change. Regarding this, art -specifically our object of study, painting- is not alien to the phenomena that take place in the city. Processes that, as we will see, are translated on the pictorial surface configuring, in many of the cases, abstract frameworks where the figurative representation of the city is left in a second plane, in dissolution. For this reason, when referring to this type of interpretation of the moment through which the city passes, it is necessary to return to the psychogeographic drift proposed by Guy Debord, to understand to what extent the pictorial representations studied share the ideas he proposed. In its beginnings, psychogeography was the main proposal of situationism, a movement that sought to understand how the phenomena that occur in the environment affect the emotions and behaviors of individuals. In that sense, a fundamental concept that also develops situationalism is the drift, as that road without direction that follows the call of the moment within the city, helping us to reflect on new ways of experiencing life in the city, beyond the repetitive daily routine. According to the above, in the function of obtaining conclusions that allowed us to verify the change and offer the keys for a new experience of the 19th century city, we went into the analysis of the factors handled by the pictorial image of the artists: Franz Ackermann, Corinne Wasmuht, Julie Mehretu, Mark Bradford


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