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Mesozoic Devepelopment Of The Lusitanian Basin, Portugal

    1. [1] Department of Earth Sciences. The Open University, Walton Hall. Milton Keynes. MK7 6AA. Reino Unido.
  • Localización: Revista de la Sociedad Geológica de España, ISSN 0214-2708, Vol. 1, Nº. 3-4, 1988, págs. 393-407
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • español

      Contrariamente a lo ocurrido en el margen vascocantábrico, el margen occidental de Portugal (Cuenca Lusitana), no desarrolló una importante cuña de sedimentos progradantes propia de la etapa de deriva ni sufrió una fase tectónica compresiva. La Cuenca Lusitana representa por lo tanto una oportunidad únic;¡ para estudiar afloramientos de sedimentos de las etapas "sin-rift" y "pre-rift" y conseguir así un modelo de la constitución de otros márgenes del Atlántico Norte solamente accesibles mediante sísmica y sondeos.

      En la sucesión mesozoica de dicha cuenca se encuentran cuatro secuencias limitadas por discordancias: (1) Triásico superior - Calloviense superior; (2) Oxfordiense medio - Berriasiense; (3) Valanginiense - Aptiense inferior, y (4) Aptiense superior - Turoniense (ver fig. 4).

      Durante el Triásico y Jurásico inferior, los movimientos de las fracturas del basamento herciniano produjeron fosas y semifosas que fueron rellenadas con sedimentos elásticos y evaporitas. Es probable que las áreas en que hoy día se encuentran los diapiros salinos fueran originalmente los lugares de depósito de potentes secuencias evaporíticas que tenía lugar en las fosas. Las intrusiones salinas probablemente fueron desencadenadas por la reaétivación de las fallas del basamento durante· el Jurásico superior y el Cretácico inferior (causada por el adelgazamiento cortical y quizás por acción de movimientos de desgarre). La fracturación se transmitió a la cobertera mesozóica allí donde las evaporitas tenían menos espesor.

      El relleno progresivo de las fosas triásicas, unido a la subsidencia térmica de la corteza que siguió a su estiramiento, así como el ascenso global del nivel del mar, dio lugar a que en la cuenca se desarrollaran unas condiciones más uniformes durante el intervalo Sinemuriense-Calloviense, con excepción de la elevación local en el Toarciense de un "horst" del basamento, en el margen occidental de la misma. Durante el Jurásico medio tuvo lugar el desarrollo de carbonatos de mayor energía probablemente debido a un descenso global del nivel del mar, pudiendo haber tenido lugar entonces movimientos halocinéticos poco importantes.

      Durante el Calloviense terminai-Oxfordiense basal, tuvo lugar una importante interrupción sedimentaria de alcance regional, asociada a menudo con superficies kársticas, sobre la que reposan sedimentos carbonatados bituminosos lagunares, perimareales y de lagos alcalinos que indican la existencia de una importante somerización con respecto a los medios relativamente profundos del Calloviense. El Oxfordiense superior muestra un importante episodio de depósito de carbonatos marinos, con dos tipos de construcciones, unos sobre bloques fracturados y los otros en relación con el ascenso de estructuras salinas. Los primeros son relativamente delgados (200-500 m), tienen grandes variaciones de facies, dominando las micritas sobre "grainstones" y "packstones". Los segundos son más potentes (500-1.000 m o más), con pocas variaciones laterales de facies e importantes secuencias de "grainstones" y "packstones" (fig. 6). El Kimmeridgiense inferior se caracterizó por una repentina entrada de sedimentos siliciclásticos con velocidades de sedimentación aceleradas (llegando en algunas subcuencas a l cm/lOO años) y diapirismo y fracturación sinsedimentarias. Esta actividad tectónica cesó a fines del Kimmeridgiense inferior, con progradación hacia el sur de un complejo de talud siliciclástico de 500 m. de espesor (fig. 7).

      El intervado desde el Kimmeridgiense superior hasta el final de Cretácico no suele presentar espesores superiores a 1 km, siendo menos aparente la influencia de la fracturación y el diapirismo en la sedimentación y en la distribución de la subsidencia, por lo que en la cuenca se volvió a una distribución de facies relativamente simple.

      En el golfo situado al oeste de Lisboa se depositaron sobre todo sedimentos carbonatados de origen marino somero que muestran digitaciones hacia el norte y hacia el este con sedimentos terrígenos fluviales (figs. 5 y 5C).

      Los acontecimientos tectónicos al norte y al oeste de Iberia no fueron totalmente sincrónicos. Mientras que la subsidencia del margen continental desde Oporto hacia el norte durante el Cretácico inferior es comparable a la que tuvo lugar en Norte de España, en la Cuenca Lusitana tuvo lugar una importante fracturación en el Kimmeridgiense inferior que puede haber sido precursora de una fase pre-Aptiense de apertura oceánica hacia el sudoeste de la misma.

      La diferencia entre el desarrollo de la subsidencia de los dos sectores del margen ibérico occidental puede ser explicada aplicando el modelo de falla de "detachment" de Lister et al., (1986). La Cuenca Lusitana, en la que no existe una espesa secuencia post-rift es característica de una placa superior, mientras que la subsidencia en la plataforma situada hacia el norte evidencia una situación de placa inferior.

    • English

      The Mesozoic of the Lusitanian Basin comprises four unconformity bounded sequences which may be related to events in the evolution of the North Atlantic.

      (1) Triassic- Ca/lovian. Triassic red fluviatile siliciclastics are capped by Hettangian evaporites which subsequently influenced the manner in which reactivation of Hercynian basement faults 11.ffected the cover of younger sediments. Where they were thick, halokinetic structures formed, but where they were thin, extensional faults developed.

      The Triassic and Hettangian sediments accumulated in grabens and half grabens, but later lower and middle Jurassic sediments blanketed the basin and exhibit relatively simple facies geometries. These features are consistent with deposition during thermal relaxation of the crust following Triassic rifting.

      (2) Middle Oxjordian-Berriasian. A basinwide hiatus, over which latest Callovian and lower Oxfordian sediments are missing, is overlain by lacustrine carbonates. These are succeeded by up to 1500 m of marine carbonate, within which facies distributions indicate contemporaneous movement of salt structures and faults. The base of the Kimmeridgian is marked by an influx os siliciclastic sands over much of the basin, and such sediments dominate the succession in the north and east of the basin, but are replaced south westwards by carbonates. The Kimmeridgian - Berriasian interval is up to 4 km thick.

      (3) Valanginian-Lower Aptian; (4) Upper Aptian - '!Uronian. These sequences show a similar facies distribution to that seen at the end of the previous sequence. Both are relatively thin in contrast to thick sequences of this age drilled off Galicia Bank and Vigo Seamount.

      Sequence 1 is typical of rift-related successions encountered in most North Atlantic margin basins. Rapid subsidence and syn-sedimentary fault and halokinetic movements characteristic of Sequence 2 suggest a rifting episode that heralded a pre-Aptian phase of ocean opening to the southwest of the Basin. Sequences 3 and 4 may be equated to syn- and post-rift sequences drilled on the subsided northwestern Iberian margin, but the do not show comparable rates of subsidence. The contrasting subsidence histories of the two sectors of they western Iberian margin are consistent with a change from a lower to an upper plate boundary configuration southwards across the Nazaré Fault.Margen atlántico, evolución de la cuenca mesozoica, Portugal, sedimentos postrift, sedimentos prerift, discontinuidades, subsidencia, paleogeografía.


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