En principio todo particular podía hacer una obra nueva incluso sin la autorización del príncipe, salvo que la hiciese por emulación con otra ciudad, cuando el proyecto pudiera causar una sedición, o en el caso de que la obra fuese un circo, un teatro o un anfiteatro (Dig., L, 10, 3, pr.). Los motivos que determinaron la restricción impuesta a los evergetas en materia de construcción de edificios de espectáculos pudieron ser variados y los analizaremos en nuestro trabajo: popularidad que reportaba este tipo de obras a quienes las financiaban; vinculación de los edificios de espectáculos a las ceremonias de culto imperial; cuestiones de seguridad en materia edilicia; o preocupación del Estado por mantener saneadas unas finanzas locales que debieron soportar los costes de mantenimiento de estos grandes proyectos constructivos.
In principal any individual could construct a new building without the permission of the ruler, unless it emulated another city, which could provoke sedition, or when the work was a circus, theatre or amphitheatre (Dig., L, 10, 3, pr.). The reasons for the restriction imposed on the patrons of such constructions varied, and are analysed here, including: the popularity which these constructions brought to those who financed them; the link between these buildings and imperial cult ceremonies; issues of security in the field of construction; and the problems for the state over regulating local finances that had to bear the cost of such constructions.
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