Las fístulas acuosas son una frecuente complicación de las heridas perforantes accidentales o quirúrgicas. Existen numerosos métodos para su corrección, la mayoría de ellos ineficaces las más de las veces, por lo que, en último extremo, es necesario recurrir a la sutura quirúrgica para cerrar la fístula. El autor presenta un nuevo método no invasivo, de ejecución sumamente sencilla y resultado eficaz, consistente en la aplicación durante media hora de una compresión ocular de 30-40 mmHg. Para ello ha usado un balón de Honan. El método ha sido probado en tres casos de fístula acuosa con fenómeno de Seidel positivo: uno por queratotomía radial perforada y dos por cierre de operación de catarata con sutura floja. En los tres casos se consiguió el cierre de la fístula.
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