Town of Red Hook, Estados Unidos
En su etapa de crecimiento, Jesús conoció el judaísmo como una religión rural. En un contexto de marcado analfabetismo, la práctica en una aldea como Nazaret se basaba en la tradición oral, y el contacto con el templo de Jerusalén, un inmenso edificio situado a más de un centenar de kilómetros a pie, era raro y caro. El templo era oficiado por sacerdotes liderados por un sumo sacerdote y que sacrificaban al Dios de Israel. Solo se les permitía hacer eso, y su sacerdocio era hereditario. En cambio, en la aldea, un maestro, conocido como rabí, ejercía como autoridad gracias a sus conocimientos de las festividades religiosas, las prácticas dietéticas y su capacidad para determinar quién no estaba en condiciones de unirse a la comunidad. Los banquetes en las aldeas, comidas comunales en las que Dios era presentado como el rey de su gente, simbolizaban la devoción rural judía de lo que los practicantes llamaban “el Reino de Dios”. Una magnífica ilustración a doble página, obra de José Luis García Morán, muestra una escena del interior del templo de Jerusalén durante la Pascua judía.
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