Resumen de Mediación como justicia alternativa y diálogo social
La preocupación por la cohesión social nos conduce a reflexionar hacia posibles procesos e instituciones de mediación que traten de atajar los conflictos normativos que amenazan con minarla. El presente trabajo plantea algunas consideraciones ligadas a la ética discursiva que debieran tenerse presentes para configurar el diseño de las instituciones participativas en los sistemas demoliberales.
Un problema de rabiosa vigencia a tenor d el reciente (y fallido) intento por parte del Ayuntamiento de Madrid de introducir Jurados vecinales y por la creciente cantidad de estudios centrados en los últ imos tiempos en los mecanismos de Mediación como fórmulas innovadoras para afrontar conflictos vecinales. Todos ellos coinciden en el elogio de la función "mediadora" de dichas fórmulas "no sustitutiva de la labor de los tribunales", sino centrada en la gestión, resolución o conciliación de conflictos de convivencia ciudadanos. Mejías Gómez distingue entre resolución como eliminación del conflicto, la gestión como la "congelación" del mismo (detenerlo para que no vaya a más ) , por último, la mediación como un mecanismo eminentemente dialógico que , en palabras del autor: "...
es un procedimiento que se basa en fomentar la comunicación, la escucha, la empatía, la comprensión de la posición del contrario. De tal manera que, con independencia de que se consiga o no el acuerdo, el uso de la mediación es beneficioso para las partes, porque les enseña a escucharse, a intentar comprenderse. Esta circunstancia dota a la mediación de un contenido educativo, pedagógico, fundamental. La mediación es una auténtica escuela de civismo. [...] La mediación constituye una herramienta fundamental para la buena convivencia, por los valores que entraña en sí misma. Tales valores nos enseñan a respetar al contrario, a intentar comprender su posición mediante un procedimiento esencial ; la escucha. �En este trabajo se propondrá una serie de consideraciones para abordar los conflictos desde un modelo de diálogo que puede calibrar la racionalidad de los modelos reales de mediación. Se trata de diseñar un instrumento ligado a uno de los problemas más acuciantes de las democracias occidentales: cómo favorecer contextos de diálogo social que mejoren la convivencia ciudadana.
