Cánnabis, cannabinoides y glaucoma: ¿cuánto ruido y cuántas nueces?

• Autores: Eduardo López Briz, Belén López Salvador, Miguel Ángel Almela Quilis
• Localización: Revista española de drogodependencias, ISSN 0213-7615, Nº. 1, 2017, págs. 93-97
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • Cannabis, cannabinoids and glaucoma: how much ado about how much a thing?
• Enlaces
  • Texto completo (pdf)
• Resumen

  • La reivindicación de los usos médicos del cánnabis ha sido objeto en los últimos años de una atención creciente. La causa haya tal vez que buscarla, entre otras causas, en el conocimiento a través de las revistas biomédicas de mayor impacto de la actividad legislativa en EEUU, donde la normativa de más de 20 estados y territorios admite su utilización médica de manera legal (Hill, 2015; Wallace, 2016).

    Ante esta situación, Novak decidió revisar la eficacia, seguridad y uso terapéutico del cánnabis en el tratamiento del glaucoma en el artículo que se comenta (Novak, 2016).

    Desde que en 1971 se evaluara el efecto sobre la presión intraocular (PIO) en voluntarios sanos de la marihuana fumada (descenso del 30%), otros estudios vinieron a confirmar los resultados (descensos de 22-28 mm Hg), que se reprodujeron cuando se administró la sustancia por vía oral. Por vía tópica oftálmica las cosas son algo diferentes, ya que la aplicación de Δ9 -tetrahidrocannabinol (Δ9 -THC) a voluntarios no se tradujo en modificaciones de la PIO, lo que parece ser debido a la liposolubilidad del principio activo y su baja biodisponibilidad por esta vía. Por vía intravenosa, la administración de Δ9 -THC o Δ8 -THC a voluntarios sanos se tradujo también en descensos sustanciales de la PIO, que fueron mucho más modestos con cannabinol o cannabidiol. Algunos cannabinoides sintéticos administrados por vía oral mostraron también una actividad similar a la descrita previamente, pero los efectos fueron diferentes según su estructura.