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Resumen de Historia de una búsqueda: La influencia de los viajes en la obra de Miguel Fisac

Lorenzo Tomás Gabarrón, Jerónimo Granados González

  • “Comprendo que puede haber dos maneras de llegar a formarse como arquitecto. Una de ellas, la más ordinaria, es la de ir adquiriendo información, a base de libros y revistas, de aquello que “se lleva” en el mundo y los críticos valoran como buena arquitectura. También puede existir otra manera de formarse, que a mí me parece más eficaz. Consiste en analizar la arquitectura de cierto nivel desde la realidad. Así de ese análisis directo, obtener las conclusiones personales que enriquezcan el conocimiento propio”1 Fueron muchos los viajes que realizó Fisac con diferentes propósitos: para impartir cursos y conferencias, como suministrador para los Dominicos y como asesor en arquitectura religiosa. Sin embargo fue su afán por aprender, por empaparse de las arquitecturas que se realizaban por el mundo la que le empujó a viajar, algo que cambiaría su forma de entender la arquitectura: “Fui construyendo mi forma personal de entender la Arquitectura, sin otros maestros que el estudio directo de los edificios que conocí en los muchos viajes que he realizados por todo el mundo. Ver y pensar han sido las dos coordenadas que han determinado el punto concreto de mis conocimientos sobre la Arquitectura”2.

    Para Fisac el viaje se convirtió la búsqueda de una referencia, de apoyatura, de norte, en los que cimentar su arquitectura. Dicha búsqueda giró en torno a dos decepciones y un gran hallazgo. Las decepciones, las del panorama italiano del momento y su visión del purismo racionalista, especialmente Le Corbusier; el hallazgo, el de la arquitectura de Asplund3 .Afirmaba que en el momento en que inició la búsqueda de la nueva arquitectura se encontró con un penoso horizonte en el que la arquitectura historicista y neopopular la parecían “pastiches”, el movimiento moderno una traslación de la plástica pictórica (cubismo, abstracción, Mondrian, etc.), el novecento italiano algo mucho peor y la arquitectura nazi un grandilocuente decorado propagandístico. Esa desorientación, según confesó años después, le llevo a perder el entusiasmo que siempre le había acompañado en su ejercicio profesional y que recuperó, en parte, en su visita a los países nórdicos.

    El final del recorrido por las distintas arquitecturas que visitó le llevó a la conclusión de que la arquitectura era, no una realidad obtenida por una feliz idea, sino el resultado de una serie de puntos, que sucesiva y ordenadamente, habían formado una unidad; resultado de la adición ordenada de las diferentes partes:

    programa, lugar de emplazamiento, estructura más ordenada para aquel caso y resultado obtenido de unificar todas esas cualidades en un conjunto. Se tratan de conceptos que, sin embargo, se mantienen de plena actualidad y que consideramos que, teniendo como hilo conductor la obra de Fisac, es necesario poner en valor.

    La comunicación que aquí resumimos trataría de ver como incorporó esos conceptos, que consideramos de plena vigencia, conocidos a lo largo de los viajes que realizó y la influencia que tuvieron en obras concretas como la Librería del CSIC (1950), el Centro de Investigaciones Biológicas (1949-1951), el Instituto Laboral de Daimiel (1953) o el Instituto de Formación de Profesorado de Enseñanza Media.

    941 Palabras clave: viajes, influencias, Asplund, referencia, neo-empirismo.


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