Resumen de El relleno de los conductos radiculares.
Los dos únicos dientes que ofrecen oportunidad para un pronóstico favorable en caso de tratamiento radicular son los comprendidos en la clase I de afección periapical en grado limitado, y aquellos en que la zona periapical sigue todavía normal. Ocurre a menudo que, tras haber agotado los medios de diagnóstico, todavía queda incertidumbre en cuanto a la necesidad de intervención en algunos dientes, cuyos canales están parcialmente obturados y no presentan muestras de perturbación periapical, o con canales bien rellenos recientemente tratados, que presentan aún zonas de huesos radiolucientes alrededor de los ápices radiculares. Hasta que se llegue a algún método para determinar cuándo los orificios apicales han quedado cerrados por una nueva capa de cemento, todo diente con un canal incompletamente obturado debe considerarse como una amenaza de peligro, cualquiera que sea su condición periapical.
