Rajoy siempre cuenta con su número dos para las grandes ocasiones. El pasado jueves, para tratar de desbloquear las relaciones con Cataluña. En la campaña que se avecina, para convencer a un mayor número de electores. Así lo creen los populares, que a falta de que el partido anuncie su estrategia creen que Soraya Sáenz de Santamaría volverá a ser el comodín del presidente en debates y programas de máxima audiencia, si bien hay más dudas sobre si repartirá juego entre los jóvenes vicesecretarios en ascenso. El asunto vuelve a sacudir el debate sucesorio porque, si bien el líder conservador repetirá candidatura, el resultado del 26-J deja abierta la incógnita sobre las exigencias de su probable socio de Gobierno y, hoy más que nunca, los aspirantes han de estar bien posicionados de cara al día después.
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