El patrimonio cultural queda muchas veces definido en término de sus valores, tanto intrínsecos como instrumentales. Uno de los valores comunes a todos los elementos del patrimonio cultural es el valor educativo. En este trabajo, se realiza un repaso por las posibilidades del patrimonio cultural como recurso educativo para adquirir competencias claves en el aprendizaje formal de los niños. Muchas de esas competencias no están necesariamente relacionadas con el conocimiento del patrimonio, sino que se refieren a habilidades transversales que están más enfocadas al desarrollo de capacidades para aprender a lo largo de la vida.
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