María Teresa Lajoinie Domínguez
El objeto de este artículo es analizar las claves morfológicas que propician una hibridación genérica entre la escena teatral y la escena circense a partir de la integración del animal como actor. Tomando como referente los espectáculos ecuestres de Philip Astley en Gran Bretaña y del Cirque Olympique en Francia, analizaremos los mecanismos performativos, escénicos y legislativos que refrendan la disolución de los márgenes categoriales entre circo y teatro. El uso de coreografías ecuestres, la modificación arquitectural de la sala, y la adaptación de obras teatrales para un nuevo espacio de representación convierten el hipodrama en un género popular híbrido que, como la pantomima zoológica o los espectáculos urbanos de animaux savants, responde a la industrialización masiva del hecho teatral y del animal-actor característica del siglo 19.
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