Resumen de Innovación y formas de ciudadanía comunitaria en la sociedad rural
Hablar del pueblo de los ciudadanos y el futuro del espacio rural en el siglo XXI obliga a liberar estos términos del yugo conceptual y las dicotomías a los que han estado sujetos tanto en la construcción teórica como en las concepciones populares.
En el ámbito de la antropología cultural, orientada inicialmente al análisis de sociedades en diferentes niveles de evolución cultural, el avance teórico más relevante fue aceptar que el mundo rural no era una isla cultural al modo de una sociedad primitiva, sino que era una función del mundo urbano (Redfield, 1956). Y es que los mercados, las redes comerciales, los medios de comunicación han hecho del mundo rural una realidad de comunidades dentro de las comunidades más continua y compleja que la que representan las culturas como un todo integrado abandonadas románticamente en el presente etnográfico. A esta realidad constatable se une la reflexión crítica en la que Bourdieu -Thinking about limits, 1992- señala que estamos constantemente amenazados por el etnocentrismo intelectual de permitir que categorías históricamente constituidas, recibidas en nuestra educación, piensen por nosotros.
En este sentido, la dicotomía rural-urbano y el contraste tradición-modernidad no dejan entrever la realidad compleja del paisaje de los pueblos que constituyen la Europa intercultural y transnacional de hoy. Y, en concreto, no permiten hacer uso prospectivo del potencial de ciudadanía europea al ignorar las iniciativas y la capacidad de aprendizaje e innovación que poseen los individuos, las comunidades y las comarcas enmarcados hasta ahora en el ámbito estricto de la ruralidad. Reflexión que vinculo a mi experiencia de campo en la comarca de la Garrotxa (Cataluña, España), y como miembro del Consorcio Forestal.
