Desde hace unos años se ha incrementado el interés de las personas por ocupar su ocio en actividades en la naturaleza. Cada fin de semana cogemos el coche y hacemos cientos de kilómetros para llegar a los lugares más famosos. A menudo, esos lugares están llenos de gente y eso nos defrauda, pensábamos ver muchos animales y no vemos nada, pensábamos estar solos y no lo estamos. Observar la naturaleza no es fácil, requiere cierto conocimiento, cierta insistencia, no dejarse engañar por la primera impresión, un águila puede estar volando sobre nuestras cabezas y no darnos cuenta, una orquídea puede estar seduciendo a algún insecto a escasos metros de nosotros y no enterarnos
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