Introducción. La calidad asistencial de gran parte de la neuropediatría se beneficia de una adecuada comunicación y de estrategias consensuadas con los pediatras de atención primaria (AP). Pacientes y métodos. Se analizan los niños valorados en la consulta de neuropediatría del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza en ocho años y se exponen las líneas más importantes de actuación en los problemas más prevalentes. Resultados. El 86% de las primeras visitas se reparte entre ocho motivos de consulta: trastornos paroxísticos (33%), cefalea (27%), retraso psicomotor (11,5%), alteraciones de la forma o tamaño de la cabeza (5,6%), problemas escolares y/o atención deficiente (4,5%), alteraciones del comportamiento (4,25%), trastornos de la marcha (3,5%) y sufrimiento perinatal (3,4%). Los diagnósticos más frecuentes son cefaleas/migrañas (26%), trastornos paroxísticos no epilépticos (16,5%), encefalopatía prenatal (10,5%), epilepsia (8%), retardo mental (7,5%), parálisis cerebral infantil (4,6%), trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) criptogénico (3,8%) y autismo criptogénico (3,6%). Conclusiones. El pediatra de AP cercano a los niños y sus familias en todos los casos es el principal responsable del seguimiento de algunos de los problemas más prevalentes, como cefaleas, muchos trastornos paroxísticos no epilépticos y TDAH. Los procesos deben estar establecidos, claramente explicitados, basados en las mejores evidencias, con la participación y al alcance de todos los profesionales involucrados, en beneficio de la homogeneidad y reducida variabilidad de las actuaciones. Es necesario establecer vías de comunicación, incluidas las tecnologías de la información y comunicación para una continua actualización y el mejor control de los pacientes.
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