1916 supuso el año de estabilización en todos los frentes de la Gran Guerra. Tras las masacres en los campos de batalla �tierra y mar principalmente- las opciones para alcanzar una resolución del conflicto por medio de las actuaciones bélicas resolutivas se redujeron al máximo. De los horrores de la guerra, el primer día de la batalla del Somme pasará a la historia por ser el día más sangriento en la historia del ejército británico. Apremiados por el desangre francés, presionados al máximo por los aliados y empleando tácticas militares erróneas, miles de jóvenes británicos fueron llevados a una muerte segura en los hasta entonces floreados campos del valle del río Somme.
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