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La hormona melanotropa en el tratamiento de algunas retinopatías

  • Autores: Angel Moréu
  • Localización: Archivos de la Sociedad Oftalmológica Hispano-Americana, ISSN 0365-7051, Vol. 11, Nº. 11 (NOV), 1951, págs. 1366-1382
  • Idioma: español
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • Las relaciones entre el bloque hipófiso-hipotalámico y la retina, tanto anatómicas como funcionales, condujeron a Zondeck a admitir una etiología hipófiso-hipotalámica de la retinopatía pigmentada. La hormona melanotropa (utilizada en instilaciones oculares por primera vez por Jores) no tiene ningún efecto específico sobre la retina humana. El autor la utilizó ya en 1943, con mucha anterioridad a los autores uruguayos (M. Fornier y colaboradores) y a los españoles (Alvarez, Barraquer Moner). La retinopatía pigmentada es una abiotrofia (en su forma congénita), cuya aparición puede explicarse muy bien por la teoría de los hormonoides de Collin, de explicarse con anterioridad a la de los factores biogenéticos de Filatov. La hormona melanotropa no actúa de un modo específico, ya que su acción sobre el pigmento retiniano, en el hombre, es muy discutible, y en todo caso, mínima. Seguramente se trata de una acción hormonoide no específica sobre la circulación retiniana y quizá sobre la permeabilidad de la lámina vítrea. El trastorno nutritivo de la retina repercutiría, a su vez, sobre el fisiologismo del bloque hipófiso-hipotalámico, por interrupción del reflejo luminoso excitante de las funciones del bloque. El autor no ha conseguido resultados positivos con el tratamiento por la hormona melanotropa, excepto en algún caso de miopía maligna, fracasando en las retinopatías pigmentadas (congénitas y adquiridas) y en las diabéticas. Estudios relizados por el autor le hacen suponer la posibilidad de obtener resultados más optimistas en aquellos casos de retinopatías pigmentadas, en que no han aparecido alteraciones anatómicas, y tan sólo se halla presente el síntoma subjetivo de la ceguera crepuscular. Este período marcaría el agotamiento de los hormonoides tisulares y el comienzo de la abiotrofia. Por último, cree de gran interés la vigilancia muy estrecha, a través de los Centros de Higiene, de todos los nios con herencia sospechosa, con objeto de comenzar lo más precozmente posible el tratamiento hormonal y vitamínico. Discusión: Dr. Caballero del Castillo, Dr. Chavarría, Dr. Sertorio Senna. Réplica: Al Dr. Caballero, Dr. Chavarría. Comunicación presentada al XXIX Congreso de la Sociedad Oftalmológica Hispano-Americana, Madrid, 1 a 5 de octubre de 1951.


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