La historia personal de Carlos Ameglio, que solo tenía 21 años cuando comenzó a dirigir spots, le ha proporcionado experiencias que, suponemos, tarde o temprano debía producir un fruto literario o cinematográfico. Así, el realizador Uruguayo narra en La cáscara narra la peripecia personal de un creativo sin inspiración, sin ética y sin suerte, que es capaz de robarle una idea a un muerto, en una historia intencionadamente tópica que propone el análisis de una realidad, por otro lado, con una dosis mucho menor de glamour del que podría parecer.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados