C.M. Mery, Andrés Duarte Rojo, Guillermo Robles Díaz, Enrique Gómez, F. Paz Pinedo
Antecedentes: El CA 19-9 se utiliza para diagnóstico de neoplasias gastrointestinales, principalmente pancreatobiliares. En colestasis se han descrito resultados falsos positivos. Objetivo: Establecer la utilidad clínica del CA 19-9 en el diagnóstico de cáncer pancreático y hepatobiliar en enfermos con y sin colestasis. Métodos: Se revisaron 548 expedientes de pacientes con determinación sérica de CA 19-9 realizada entre mayo-1996 y junio-1998. Los casos se agruparon por diagnóstico de egreso; la malignidad se estableció por histología o características clínicas y radiológicas. Se utilizaron curvas ROC para calcular el punto de corte ideal (PCI). Se definió colestasis como la elevación de bilirrubinemia por encima de 3 mg/dL. Resultados: De las determinaciones, 30% correspondió a pacientes con enfermedad benigna no pancreato-hepatobiliar (1.3% con resultados 100 U/mL). El CA 19-9 fue mayor en enfermedades malignas, tanto pancreáticas como hepatobiliares que en benignas de los mismos órganos, así como en cáncer de páncreas comparado con cáncer hepatobiliar. El PCI para diferenciar las enfermedades pancreato-hepatobiliares malignas fue cercano a 100 U/mL, demostrando mayor especificidad con respecto al punto de corte habitual (37 U/mL). La colestasis se relacionó con elevación del antígeno tanto en enfermedades malignas como benignas y modificó la eficacia de la prueba al incrementar la sensibilidad a expensas de reducir la especificidad. El PCI para identificar tumores pancreáticos resecables fue de 224 U/mL. Conclusiones: El CA 19-9 es útil para diagnosticar enfermedad maligna pancreato-hepatobiliar. La colestasis modifica las características operacionales de la prueba, por lo que debe utilizarse un punto de corte adecuado al entorno clínico de cada paciente que permita mantener su utilidad.
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