Alteraciones de comportamiento en los animales parasitados han llamado la atención de los investigadores. Estudios experimentales muestran que Toxocara canis, un parásito de perros y gatos y Toxoplasma gondii parásito de felinos puede alterar amplio espectro del comportamiento de los ratones y las ratas, incluyendo el desempeño del aprendizaje y la exploración del ambiente. Sin embargo, no existen datos en la literatura acerca de la influencia de la orina de los predadores sobre el comportamiento de Rattus norvegicus experimentalmente infectados con T. canis y / o T. gondii. Este estudio examinó los cambios en el comportamiento de Rattus norvegicus infectados experimentalmente con T. canis y / o T. gondii en el Laberinto de Barnes. Fueron utilizados 32 ejemplares hembras de R. norvegicus, con aproximadamente 6 a 8 semanas. Los animales se dividieron en grupos: G1 - 08 animales no infectados, G2 - 08 animales infectados con 300 huevos infectivos de T. canis, G3 - 8 animales infectados con 10 oocistos de T. gondii y G4 - 08 animales infectados con T. canis y T. gondii. Para evaluar las variables de comportamiento se utilizó el Laberinto de Barnes durante cinco días sin orina y dos días con orina. Las variables comportamentales evaluadas fueron: la hora de encontrar la guarida, la frecuencia de errores antes y después de encontrar la guarida, y el tiempo para entrar en la misma. El tiempo de observación en el ensayo varió de 5 a 10 min para cada animal y cinco minutos en la prueba. A cada cambio de animal el aparato fue desinfectado con alcohol a 5% para evitar la influencia del animal anterior. Los datos evaluados en este estudio mostraron que los animales infectados con Toxoplasma gondii tienen una mayor latencia para encontrar la guarida. Cuando los grupos fueron probados con la orina, el grupo infectado con T. gondii entró en la guarida, en menos tiempo. Estos datos corroboran los estudios disponibles en la literatura que muestran la influencia de la orina de predadores en el comportamiento de animales infectados experimentalmente con T. gondii. Sin embargo, existe la necesidad de más estudios para comprender mejor el mecanismo que lleva a este cambio. Soporte: CAPES.
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