A pesar de ser el patrón de los banqueros y de los contables, el apóstol Mateo reprobaba el dinero: "Ningún hombre puede servir a dos señores. Porque siempre odiará a uno y aborrecerá al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a Mammón (Mateo 6, 24). Dos mil años más tarde, sentado en el trono de Pedro, Benedicto XVI proclama la adhesión de la Iglesia católica a la economía de mercado...
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