El absceso tubo-ovárico es una complicación de la enfermedad inflamatoria pélvica (EPI), entidad poco frecuente en mujeres sin actividad sexual previa. Presentamos el caso de una paciente de 13 años, sin relaciones sexuales, que consultó por cuadro de dolor abdominal, fiebre y diarrea. Fue diagnosticada de absceso tubo-ovárico bilateral que se resolvió mediante antibioterapia por vía intravenosa y drenaje laparoscópico. El diagnóstico del absceso tubo-ovárico y su tratamiento precoz son esenciales para prevenir posibles secuelas (infertilidad, embarazo ectópico o dolor abdominal crónico) y debe ser sospechado aun en ausencia de relaciones sexuales.
Actualmente, la laparoscopia es el tratamiento quirúrgico de elección porque genera menos morbilidad postoperatoria.
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