Juan Ignacio Rouyet Ruiz
Actualmente todo aquello que quiere ser novedoso tiene el apelativo de �2.0�, como ocurre con el denominado Arte 2.0, que bebe de las fuentes de la Web 2.0. Pero esta novedad se queda en copia si tan solo consiste en cambiar el lienzo por la tecnología, y el artista por el espectador. La principal característica de la Web 2.0, la que la distingue de la Internet de hace una década, es lo que se denomina �sombra de información�. Nuestra propuesta consiste en reclamar al arte la capacidad expresiva de representar dicha �sombra de información�, creando así un verdadero Arte 2.0. El Arte 2.0 debe ser la estética de esa �sombra de información� y constituirse en la estética de lo invisible.
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