En general, la herramienta es la extensión de la mano del hombre y en particular, durante la cirugía ambos establecen una íntima relación que se traduce en exactitud y precisión. La colocación correcta de los implantes articulares, la situación isométrica de los túneles en cirugía del ligamento cruzado anterior o la reducción exacta de las fracturas de platillos tibiales, tienen una correlación directa con la recuperación de la función articular y la durabilidad del procedimiento (1, 2). La búsqueda constante de la exactitud, hace que los cirujanos incorporen continuamente nuevas tecnologías para modificar y mejorar los métodos quirúrgicos. La inclusión de intensificadores de imágenes, artroscopias, plantillas de corte, guías intra y extra- medulares, etc., permiten aumentar la seguridad en la práctica clínica diaria.
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